
Los viticultores son el alma del proyecto, la familia y quienes conectan con el entorno, gracias a su conocimiento y amor por la tierra.
No tienen viña propia, pero trabajan de la mano con más de 400 familias de viticultores, a quienes acompañan durante todo el año y con quienes comparten un proyecto común. Gracias a este modelo diferencial, logran implicarse de principio a fin y asegurar la calidad de sus productos.
Vallformosa, colabora para cuidar y conservar los espacios y sus variedades autóctonas. En la zona más alta del Penedés, a 500 metros de altura respecto al nivel del mar, se encuentra la zona de viñas conocida como la “Zona +500”. La uva de estas parcelas montañosas madura de forma más lenta gracias al diferencial térmico entre el día y la noche, aportando mejores calidades organolépticas a sus vinos.